Tras un descanso en el hotel, a las cinco estábamos en Cádiz. A las 17.30 vino Charo, nuestra guía. Aprendimos mucho de la guasa de esta ciudad y de sus secretos. La historia y el arte, la Constitución y la unión con América se nos abría en plazas y esquinas. La ciudad nos recibió engalanada para el Corpus, preciosa y llena de luz, sólo nos quedaronda las ganas de más.
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